Lionel Messi volvió a exponer su talento en la victoria del Inter Miami frente a FC Dallas, que le permitió a Las Garzas acceder a los cuartos de final de la Leagues Cup. Luego de un emocionante empate de 4 a 4, el conjunto de Gerardo Martino se impuso por penales para avanzar a la siguiente instancia. Pero lo destacado pasó por la jerarquía individual de la leyenda internacional.

Del mismo modo que lo hizo con la selección argentina y en Europa, Leo volvió a encandilar a Estados Unidos con su luz propia. La Pulga protagonizó el milagro de remontar casi en soledad un partido prácticamente perdido. Con goles, golazos, y una magia que no se apaga el ex Barcelona y PSG fue la gran figura en un duelo histórico.

Uno de sus rivales fue Facundo Quignón, el ex River Plate, San Lorenzo y Newell’s que tuvo la laboriosa tarea de marcar al mejor de todos los tiempos. “Tuve una mini racha en la que le pude sacar algunas pelotas. Tratábamos de aguantarlo entre dos jugadores, porque sabíamos que se corría al sector derecho. Las que le pude robar, fue porque pude retroceder y no ir al uno contra uno”, analizó en diálogo con DSports Radio.

El genio surgido de Rosario marcó dos tantos para evitar la eliminación del combinado de La Florida. “Cuando agarró la pelota en el tiro libre, internamente sabía que podía ser gol”, describió el volante. Además, en la entrevista radial reconoció que pudo apreciar a Leo durante los 90 minutos: “Pudimos hablar un poco. Lo disfruté mucho”.

Lo llamativo ocurrió luego de la ejecución de los penales que sellaron la clasificación del Inter Miami. Un pedido al Chino Saja, integrante de la delegación de la franquicia rosa, le permitió a Quignón llevarse el souvenir más preciado. “Leo me mandó una de sus camisetas. Hay una gran cantidad de gente que me está criticando porque la lavé para guardarla. Hay muchos que están en contra y prefiere tenerla transpirada”, relató. Y aclaró: “Imagino que la encuadraré, pero la voy a querer usar algún día”.

Para quedarse con la 10 de La Pulga, el mediocampista comprendió que tenía que hacer una planificación previa al compromiso. “Hay que tener estrategias para llevarse la camiseta de Leo. Durante toda su carrera, me imagino que habrán habido equipos enteros que se quisieron llevar su remera. Nosotros, como argentinos, tenemos alguna prioridad”, subrayó.

Finalmente, a pesar de tener un trofeo personal, reconoció que se fue del Toyota Stadium con el sabor amargo de la eliminación. “Lo saludé a Leo y me fui para el vestuario. Estaba caliente porque sentí que lo podíamos haber ganado. Nos faltó un poco más de experiencia en los octavos de final. Sabíamos todo lo que significaba Messi, pero la realidad es que queríamos seguir en el torneo”, concluyó.

Ahora, Las Garzas se medirán el próximo viernes en el DRV PNK Stadium frente a Charlotte, que en su cruce eliminó al Houston Dynamo, en un duelo que ofrece la clasificación a la Liga de Campeones de la Concacaf.