El arquero de Tigres, Nahuel Guzmán, ha sido objeto de una sanción histórica en la Liga MX después de apuntar con un láser a Esteban Andrada, guardameta de Rayados de Monterrey, durante el clásico entre ambos equipos. La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) ha impuesto una suspensión de 11 partidos a Guzmán, además de una multa económica considerable y la obligación de realizar trabajos comunitarios. Este castigo refleja la seriedad con la que se toman las acciones que van en contra del fair play y la integridad en el deporte, reafirmando el compromiso de la liga con los principios deportivos.