Aunque el equipo albiceleste recibió un golpe demasiado pronto, no se desmoralizó. Iban apenas cinco minutos de juego, cuando Nicolás Otamendi perdió la marca de Mateta en el área y el alto atacante bleu mandó la pelota dentro del arco, con un cabezazo al primer palo.
Sólo fueron esos primeros instantes después de conseguir la ventaja, que el conjunto dirigido por Thierry Henry quiso aprovechar los espacios para intentar estirar el marcador, pero esa intención no se tradujo en situaciones claras de peligro. Es más, Gerónimo Rulli tuvo que intervernir en una sola ocasión en lo que restó del primer tiempo y muy poco en todo el encuentro. Se trató de un mano a mano con Mateta, que se encontró con el balón casi fortuitamente.
Fue Argentina la que se tuvo mayor protagonismo ofensivo pasados los 20 minutos. Sumó mucha gente en ataque, porque todos los volantes subían, además de Joaquín García por la banda derecha y Marco Di Césare por el centro.
Al menos tres chances para empatarlo generaron los chicos de Javier Mascherano: primero con una escapada de Kevin Zenón por derecha, que remató algo ancho. Después probó Equi Fernández desde afuera y obligó a Guillaume Restes a estirarse para manotearla al córner. Y la más clara fue de la primera etapa fue de Giuliano Simeone, que cabeceó en el área un centro, tras una buena jugada colectiva. Pero el hijo del Cholo no le dio dirección y se lo perdió de frente al arco.
Francia esperó sus momentos, sin el apuro que le brindaba el 1-0. Pero, le hizo padecer un poco a los argentinos los espacios que le dejaban en el fondo, con contragolpes de pases largos y generalmente apuntando a Mateta.
Argentina, con ganas pero sin claridad, se quedó sin nada
La segunda etapa se pareció un poco a la pimera, en término de intenciones de los dos equipos: Argentina asediando el área francesa, aunque con dificultades para penetrar y ponerse en posición de gol. Y Les Bleus, de contra y tratando de entorpecer el juego rival, más que beneficiar el propio.
Como sucedió en los 45 iniciales, la Albiceleste quedó un poco descubierta para el retroceso, más cuando Mascherano mandó casi todos sus atacantes a la cancha (entraron Luciano Gondou, Lucas Beltrán y Claudio Echeverri) lo que explica que en sobre el final del tiempo regular, los locales estuvieron muy cerca de sellar la victoria. Primero con un gol de Michael Olise, que fue anulado por una infracción, VAR mediante, y poco después con un disparo de Loic Badé, que se fue apenas por encima del travesaño.
Apurado por el reloj en tiempo de descuento, Argentina volvió a fallar en la definición con Simeone y Gondou, y los merecimientos ya nada importaron: porque Francia está en semifinales de los Juegos Olímpicos y el sueño dorado del fútbol argentino, otra vez, quedó truncado.
fuente: infobae
Dejar un comentario