Cuando todavía el taekwondo argentino no había ganado su primera y hasta ahora única medalla en la historia de los Juegos Olímpicos de la mano de Sebastián Crismanich y su dorada en Londres 2012, el protagonista de esta historia ya sabía lo que era competir en una cita similar. En 2010, en Singapur, Lucas Guzmán fue uno de los primeros argentinos en participar del estreno olímpico para atletas de entre 14 y 18 años.
Primero de la mano de su papá Eduardo y después con el acompañamiento en la selección de Gabriel Taraburelli, histórico entrenador y ex atleta, el único representante de la disciplina en París 2024 no estará guiado por alguien más en su carrera deportiva. Tendrá el apoyo de un viejo amigo que después de la experiencia en Tokio 2020 pasó a ser su nuevo técnico.
“Lo que yo más admiro ahora desde este lado, aparte de las condiciones físicas técnicas, es la constancia que muy pocos la tienen. O sea, por algo lleva tres ciclos olímpicos. Lleva dos clasificaciones a los Juegos, que muy pocos las logran. Tres medallas en los Juegos Panamericanos. A veces se toma poca dimensión de eso, más viendo ahora como entrenador los procesos que llevan los chicos, no solo a nivel país, acá en Argentina, sino a nivel mundial”, le contó Jorge Álvarez a Infobae. El cordobés, que supo representar al equipo nacional como atleta, se conoció con Guzmán y forjaron una relación de amistad que hoy perdura.
En otro rol, claro, ya que una vez que Álvarez colgó el dobok, fue quien invitó a Lucas a sumarse tras la desilusión posterior al quinto puesto en los Juegos de Tokio, cuando cayó ante el ruso Mikhail Artamonov. “Primeramente como compañero era un amigo y también como psicólogo al mismo tiempo. Siempre yo le contaba mis cosas y él tratando de darle forma a lo que yo sentía, lo que percibía y siempre motivándome, ya que siempre me dio la confianza de que podía ganarle a quien sea. Él, junto a Gaby (Taraburelli), siempre vota para ganarle a cualquiera. A mí me costaba creérmelo nomás”, explicó el taekwondista que competirá el próximo miércoles 7 desde las 9 de la mañana hora argentina en los -58 kilos con un escenario icónico como el Grand Palais.
¿Cómo fue la decisión de volver a entrenar y apostar por un nuevo ciclo olímpico rumbo a París? “Surgió después de los Juegos, que estuve seis meses parado y él me dijo si quería volver a empezar a entrenar y yo no sabía si tiraba uno más… Ahí me fui incorporando al equipo”, aclaró el atleta que viene de cumplir 30 años el pasado 17 de julio y es múltiple medallista panamericano.
Otro de los cambios significativos que vivió Lucas fue la llegada de su hija Sirín Aitana (o como él la llama “su princesa”) junto a su pareja Bren. “Una experiencia nueva y creo que única. Uno tiene que vivir como para ver lo que se siente. La verdad que feliz, contento, viendo también el crecimiento de ella, tratando de estar siempre. Ahora cada vez que estoy acá trato de volver a casa y volver para pasar aunque sea dos horas con ella, después venir acá, reponer fuerzas y bueno, estar al 100% para cada entrenamiento”, explicó Lucas sobre su nueva vida como padre y el orgullo que le genera.
Después de la medalla en los Juegos Panamericanos de Santiago, Guzmán tuvo que ir al preolímpico para asegurar su participación en los que serán sus segundos Juegos. Y esa plaza la logró de manera épica en Santo Domingo, luego de superar al canadiense Braven Park tras una dramática definición: en los últimos segundos del combate estaba abajo en el resultado, pero una patada en el pecho fue clave para revertir el resultado.
Serán los 16 mejores taekwondistas del mundo los que estarán en París. Lucas será uno de ellos en su categoría, y las intenciones para el equipo son las mejores. ¿Se puede hablar de una medalla? Eso es difícil. Como cualquier disciplina, existen dificultades a sortear y todo puede suceder. Pero sí hay algo en lo que confía su entrenador Álvarez es en el perfil como atleta de su amigo Guzmán.
“No hay muchos atletas que aguanten en la misma categoría tantos ciclos. Es difícil, es muy sacrificada la vida del deportista, todo lo que uno hace. Entonces la verdad que eso es lo más admirable. Esa constancia, esa perseverancia y esa pasión por lo que hizo toda la vida. Entonces creo que eso es lo que te lleva a cosas grandes”. Ojalá así sea.
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