Tras perder 2-1 en el tiempo reglamentario frente a Cruzeiro, el conjunto argentino vio cómo sus sueños de avanzar a los cuartos de final se desvanecían en la tanda de penales, donde el uruguayo Miguel Merentiel fue el protagonista inesperado de una tragedia deportiva.
El Mineirao fue testigo de una definición dramática desde los doce pasos. Los cuatro primeros ejecutores de Boca—Marcos Rojo, Cristian Lema, Lautaro Blanco y Nicolás Figal—no fallaron, manteniendo las esperanzas vivas para los dirigidos por Diego Martínez. Del otro lado, los brasileños tampoco dieron tregua, anotando sus cinco penales y dejando a Merentiel con la responsabilidad de empatar y prolongar la serie.
Cuando llegó el turno de Merentiel, apodado «La Bestia», la presión era máxima. Con la mirada fija en el arco, el delantero tomó carrera, pero su remate se fue por encima del travesaño. En un instante, el silencio sepulcral invadió a los hinchas de Boca, mientras la alegría estallaba entre los locales. Cruzeiro avanzaba a la siguiente ronda, y Boca quedaba eliminado.
Merentiel, devastado por su error, se retiró entre lágrimas. Sus compañeros intentaron consolarlo, sabiendo que el fútbol puede ser tan cruel como impredecible. «Luis (Advíncula) y Miguel son dos de nuestros mejores futbolistas. Hoy les tocó lo más difícil, pero mañana seguirán aportando», afirmó el técnico Martínez en la rueda de prensa posterior al partido, destacando la importancia de ambos jugadores pese al infortunio de la noche.
El arquero Sergio «Chiquito» Romero, quien había sido una muralla durante los 90 minutos, también mostró su apoyo: «Tanto a Luis como a Miguel no les podemos reprochar nada. Dieron todo en la cancha, pero así es el fútbol. Tenemos que seguir adelante».
El partido no estuvo exento de polémicas, incluyendo la temprana expulsión de Luis Advíncula y las decisiones del VAR, que influyeron en el desarrollo del encuentro. A pesar de jugar con un hombre menos, Boca Juniors mostró carácter y luchó hasta el final, defendiendo con uñas y dientes los ataques de un Cruzeiro decidido a sentenciar la serie en su casa.
Con la eliminación de la Copa Sudamericana, Boca Juniors ahora deberá enfocarse en los desafíos que le restan en la temporada local. Este lunes visitará a Estudiantes de La Plata por la fecha 12 de la Liga Profesional, donde buscará escalar posiciones en la tabla. Además, tiene pendiente su enfrentamiento con Talleres de Córdoba por la Copa Argentina, un torneo que podría convertirse en el consuelo para un equipo que sufrió una dura caída en Belo Horizonte.
La eliminación deja a Boca con la mirada puesta en lo que viene, pero la dolorosa imagen de Merentiel, desconsolado tras su penal errado, será difícil de olvidar para los hinchas xeneizes.
Dejar un comentario