Este deporte, diseñado específicamente para atletas con discapacidades visuales, ha alcanzado un nivel de popularidad inesperado, convirtiéndose en uno de los temas más comentados tanto en el estadio como en las redes sociales.
El goalball, que debutó en los Juegos Paralímpicos de Toronto en 1976, se juega en un campo de 18 metros de largo por 9 de ancho, con dos equipos de tres jugadores que buscan anotar en la portería contraria. Lo que hace único a este deporte es que los jugadores, todos con antifaces para garantizar la igualdad de condiciones, dependen exclusivamente del sonido que emite un cascabel dentro del balón para detectar la trayectoria del tiro y bloquearlo.
Durante los partidos, el silencio se convierte en un aliado indispensable para los jugadores. Esto quedó en evidencia en el emocionante enfrentamiento entre Estados Unidos y Francia, donde el público francés, conocido por su fervor, permaneció en un casi total mutismo para permitir que los atletas se concentraran en el sonido del balón. Sin embargo, cada vez que el equipo local anotaba, el estadio estallaba en aplausos, solo para volver al silencio momentos después.
Un aficionado presente en el partido comentó: «Es impresionante cómo todos guardamos silencio, es como si el estadio entero estuviera conteniendo la respiración. Y cuando Francia marca, la explosión de alegría es indescriptible». Otro espectador agregó: «Nunca había visto un deporte así, es realmente único. El respeto y la concentración que requiere es algo admirable».
El goalball, aunque desconocido para muchos antes de estos Juegos, ha logrado captar la atención de un público global gracias a su combinación de tensión, habilidad y la disciplina del silencio. A medida que avanzan las rondas clasificatorias, los aficionados esperan con ansias los cuartos de final que se disputarán el 2 de septiembre, donde equipos como Brasil, Irán y Estados Unidos ya se perfilan como favoritos.
Este deporte, que nació como parte de un programa de rehabilitación para veteranos de guerra ciegos, continúa siendo un testimonio de la resiliencia y el espíritu deportivo. Los Juegos Paralímpicos de París 2024 han dado al goalball una plataforma para brillar, mostrando al mundo la belleza de un deporte que, en su esencia, es un verdadero ejemplo de superación.
Dejar un comentario