Luego del empate 1-1 en el primer partido, Vidal no escatimó en palabras, asegurando: “Si revisamos los títulos, tengo más que todos los jugadores de River. Fuimos superiores hoy, y ellos empataron de milagro”.

El experimentado futbolista, con un currículum que incluye etapas en equipos de élite como Barcelona, Bayern Múnich y Flamengo, continuó con su retórica desafiante, prometiendo una victoria en Buenos Aires. “Vamos a ir a buscar el triunfo allá. Este martes vamos a hacer historia. Pase lo que pase, dejaremos la vida en la cancha”, afirmó, mientras sus declaraciones se hacían eco entre los seguidores y la prensa.

Vidal, quien en un gesto de cercanía con la hinchada compartió videos del banderazo en el Aeropuerto de Santiago, también se refirió a su gol más memorable con el club, prometiendo que el próximo será aún más especial. “El más lindo que hice fue contra Alianza Lima, pero el del martes será el más lindo”, expresó, aumentando la expectativa de un partido que promete ser intenso.

Mientras tanto, la afición colocolina se prepara con fervor para el viaje a Argentina, aunque un incidente en la caravana de despedida dejó un saldo de diez heridos en un choque de vehículos en la carretera. A pesar de este percance, la pasión de los hinchas no se amedrentó, y el apoyo hacia su equipo sigue siendo inquebrantable.

El duelo del martes no solo enfrentará a dos grandes del continente, sino que también contará con el trasfondo del historial competitivo. River Plate, con cuatro títulos de Libertadores en su haber, intentará reafirmar su dominio frente a un Colo Colo que busca revivir su gloria de 1991. Por su parte, el entrenador de Colo Colo, Jorge Almirón, llega a Buenos Aires tras una etapa en Boca Juniors, añadiendo un extra de picante a este choque que promete emociones fuertes.

Con el telón de fondo de una rivalidad histórica y las provocaciones de Vidal, el Monumental se prepara para una noche que definirá el futuro de ambos equipos en la Copa Libertadores.

 

 

 

 

 

FOTO: Arturo Vidal, en una imagen de archivo. EFE/ Elvis González