El partido estuvo marcado por la intensidad desde el pitido inicial. Boca Juniors, dirigido por Diego Martínez, buscaba afianzarse en el torneo internacional tras un empate en su debut. El joven defensor de 18 años, Anselmino, se convirtió en la figura inesperada al anotar el único gol del encuentro, demostrando su calidad y determinación en momentos cruciales.

Sin embargo, la alegría se vio empañada cuando Anselmino tuvo que abandonar el campo por lesión, dejando al equipo con diez hombres debido a que ya se habían agotado los cambios. Esta situación generó cierta incertidumbre y tensión en el equipo argentino, que debió defender su ventaja con uñas y dientes ante un rival paraguayo aguerrido y con actitud.

El análisis del partido muestra a un Boca Juniors dominante en varios aspectos del juego, especialmente en la posesión y las ocasiones de gol generadas. Sin embargo, la falta de eficacia frente al arco rival y la lesión de Anselmino marcaron las principales preocupaciones del equipo de Martínez.

Con esta victoria, Boca Juniors se coloca en la cima del Grupo D de la Copa Sudamericana, demostrando su capacidad para competir a nivel internacional a pesar de las adversidades. Ahora, el equipo se enfocará en mantener este impulso positivo y asegurar su clasificación a los cuartos de final del torneo.

La actuación de Anselmino, desde su gol hasta su desafortunada lesión, resalta su importancia para el equipo y su potencial como futura estrella del fútbol argentino. Clubes europeos como el Manchester United ya tienen la mira puesta en esta joven promesa, lo que demuestra el talento que posee y su proyección a nivel internacional.

En resumen, la noche para Boca Juniors fue agridulce: logró la ansiada victoria en la Copa Sudamericana, pero también se enfrentó a la preocupación por la lesión de una de sus jóvenes promesas. El camino en el torneo continúa y el Xeneize buscará mantenerse en la senda del triunfo para alcanzar sus objetivos a nivel continental.