En los primeros minutos del partido, el Decano parecía tomar ventaja con una acción que terminó en gol, pero que fue anulada tras la intervención del VAR y la decisión del árbitro Pablo Echavarría.
La jugada en cuestión se produjo cuando Juan Infante cortó un contragolpe de Boca con una barrida limpia que derivó en un centro para Mateo Coronel, quien no logró superar la intervención de Sergio Romero. El rebote fue aprovechado por Renzo Tesuri, quien envió el balón a la red. Sin embargo, la posición adelantada de Coronel generó dudas sobre la validez del gol, llevando al árbitro a revisar la jugada con el VAR.
La interpretación de Echavarría se centró en un aspecto clave: la interferencia del atacante en el adversario. Según el reglamento, se debe sancionar el fuera de juego si el jugador en posición adelantada interfiere claramente en el campo visual del adversario, disputa el balón afectando a un adversario, o realiza una acción que afecta la posibilidad de un adversario de jugar el balón.
En este contexto, la decisión del árbitro de anular el gol se fundamentó en la creencia de que Romero podría haber despejado la pelota si Coronel no se interponía en su camino tras la definición de Tesuri. Aunque la determinación generó descontento en el equipo local, que logró ponerse en ventaja más tarde, el análisis detallado respalda la acertada actuación del árbitro en esta situación controvertida.
El partido, que también estuvo marcado por la estrategia de Diego Martínez al presentar un equipo alternativo pensando en compromisos futuros, reflejó la intensidad y la competitividad que se espera en la Liga Profesional. Ambos equipos demostraron su calidad y determinación en el campo, dejando en claro que esta temporada promete emociones y desafíos constantes para los fanáticos del fútbol argentino.
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