El equipo dirigido por Fernando Gago avanzó a semifinales tras empatar 1-1 en tiempo reglamentario y triunfar 2-1 en los penales.

Un partido de ida y vuelta

El encuentro comenzó con una ráfaga de intensidad. Boca se adelantó rápidamente con un gol de cabeza de Aaron Anselmino, quien aprovechó un preciso centro de Luis Advíncula a los 9 minutos del primer tiempo. El gol inicial llenó de confianza al equipo xeneize, pero Gimnasia no bajó los brazos.

El equipo platense, bajo la conducción de un activo Matías Abaldo, presionó constantemente, creando varias oportunidades. Sin embargo, la falta de precisión en los últimos metros frustró sus intentos de empatar. Boca, por su parte, se apoyó en la velocidad de Changuito Zeballos y en la experiencia de Edinson Cavani, quien estuvo cerca de marcar el segundo, pero el travesaño se lo negó.

La redención de Brey

El empate llegó de manera inesperada. Una salida en falso de Brey en un balón aéreo permitió que Pablo De Blasis forzara una jugada que terminó con el infortunio de Marcos Rojo, quien desvió el balón hacia su propia portería para poner el 1-1 en el marcador. Desde ese momento, el partido cambió de tono, con Gimnasia tomando el control y acercándose peligrosamente al área rival.

A pesar de la presión, Boca resistió y el partido se fue a la definición desde los doce pasos, donde Leandro Brey se convertiría en el héroe de la noche.

La tanda de penales: el show de Brey

En la definición por penales, Brey se transformó. El arquero de Boca, que había cometido un error en el gol del empate, detuvo cuatro de los cinco disparos de Gimnasia, incluyendo el último de David Salazar, que selló la clasificación xeneize. Su actuación fue tan sobresaliente que no solo enmendó su error, sino que también se erigió como la figura indiscutible del partido.

Boca, con goles de Marcos Rojo y Nicolás Figal, pudo imponerse 2-1 en la tanda, asegurando su lugar en las semifinales, donde se medirá con Vélez Sarsfield.

Una noche para el recuerdo

El triunfo de Boca no solo deja el avance en la Copa Argentina, sino también una lección de resiliencia. Brey pasó de ser el responsable del empate de Gimnasia a convertirse en el héroe de la noche, demostrando una vez más que en el fútbol, las oportunidades de redención siempre están a la vuelta de la esquina. El equipo de Gago sigue soñando con sumar un nuevo título a sus vitrinas y la próxima parada será un duro choque frente a Vélez.