Chelsea: Tras coronarse en el Mundial de Clubes y obtener ingresos por 125 millones de dólares, el club londinense, dirigido por Enzo Maresca, prepara una «limpieza» que podría afectar hasta a nueve jugadores [1, 3]. El objetivo es renovar el equipo para su regreso a la Champions League. El técnico italiano ha manifestado que el campeón del mundo Enzo Fernández es una pieza clave en su proyecto y no contempla su salida.
Manchester United: Bajo el mando del nuevo entrenador Ruben Amorim, el club busca una reconstrucción tras una temporada decepcionante, con el objetivo de volver a las competiciones europeas. Amorim ha tomado decisiones firmes, como relegar del primer equipo a Alejandro Garnacho, sobre quien admitió que, si bien tiene mucho talento, su futuro podría no estar en el club.
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