A Jorge Luis Borges se lo recuerda como un escritor obsesionado con el tiempo, la eternidad, el infinito, el destino, los espejos, los laberintos. Nació el 24 de agosto de 1899, Buenos Aires, y viajó con su familia a Ginebra, donde estudió el bachillerato.

Su carrera literaria se inició cuando regreso a su querido Buenos Aires. Sus principales obras reúnen cuentos de Ficciones y El Aleph, los ensayos de Otras inquisiciones y un volumen que reúne poemas y relatos cortos: El hacedor. También publicó libros de poemas, entre otros, Fervor de Buenos Aires, El oro de los tigres, La cifra y Los conjurados. Escribió en coautoría con Adolfo Bioy Casares libros como Seis problemas para don Isidro Parodi y Crónicas de Bustos Domecq.

Tampoco nació ciego, su ceguera fue aumentando con el paso de los años, y fue como consecuencia de la enfermedad congénita que había ya afectado a su padre. «La vista de Georgie [tal era uno de los sobrenombres del escritor] no mejora y lo peor es que él se está convenciendo de eso», escribía en 1956 Leonor, también resignada al destino de su hijo, y se apagaron en sus tardíos 50. Sin embargo, la ceguera no le impidió a Borges seguir con su carrera de escritor y conferencista, además de estudiar nuevas lenguas, y continuo con la lectura, haciendo que le leyeran en voz alta.

Otro de los datos es que Borges nunca escribió una novela. Para el escribir este tipo de relatos era necesario introducir muchos elementos que resultaban ajenos a la trama esencial, y decía que: «Creo que, si yo empezara a escribir una novela, me daría cuenta de que se trata de una tontería y que no la llevaría hasta el fin», expresó en varias oportunidades al referirse sobre el tema.

Borges odiaba le Futbol. Para el, el futbol era “estéticamente feo”, once jugadores contra otros once corriendo detrás de una pelota no tiene nada de apasionante”, decía, al manifestar que la gente no disfrutaba le futbol porque nunca rescataba nada bueno de los partidos, simplemente se interesaba en el resultado final y en base a eso, daba su opinión. «El fútbol en sí no le interesa a nadie. Nunca la gente dice ‘qué linda tarde pasé, qué lindo partido vi, claro que perdió mi equipo’. No lo dice porque lo único que interesa es el resultado final. No disfruta del juego», afirmaba

Jorge Luis Borges, fue profesor en la UBA. Obtuvo el Premio Cervantes en 1979. Murió en Ginebra el 14 de junio de 1986. Su natalicio se recuerda en el país como el Día del Lector.