El 8 de octubre, pero de 1933, el estadio de San Lorenzo fue testigo de un curioso partido entre el Ciclón y el conjunto de Gimnasia y Esgrima de la Plata. En Pleno partido, los jugadores del Lobo protestaban indignados por el mal desempeño el árbitro Alberto Rojo Miró que los estaba perjudicando.

El local iba ganando 3 a 1, cuando el árbitro no sanciono un penal en favor de Gimnasia. A modo de protesta los jugadores del Lobo decidieron dejar de jugar y se sentaron en el campo a modo de protesta, situación que le favoreció a San Lorenzo para sumar 4 goles más, por lo que el marcador cerro 7 a 1. Obviamente y ante la protesta de los jugadores de Gimnasia, al juez no le quedó otra que suspender el partido.

La jugada que el referee sancionó como el tercer gol de San Lorenzo, fallo que originó la protesta de los visitantes. Es evidente que Herrera detiene la pelota fuera del arco. El juez dice que aquel llevó las manos hacia atrás, introduciéndola en la red. (Info del pie de foto: archivo el grafico)