Beneficios que tiene caminar 30 minutos al día

Tenemos el don de poner un pie delante del otro, y avanzar hacia adelante, y esa exclusiva capacidad es la que nos diferencia como humanos del resto de seres vivos que habitan en el planeta. Como tal ese don nos hace especiales, y es necesario aprovecharlo para mantener un equilibrio entre el bienestar físico y psíquico. Con ello queremos indicar que estamos diseñados para caminar y/o correr, y este matiz tiene mucho que decir en nuestra calidad de vida.

En tiempos de la prehistoria, el dato es que se ha llegado a calcular que el ser humano era capaz de caminar una media de 10 kilómetros al día. Eso sí, el matiz es que esas caminatas eran de obligatorio cumplimiento por motivos de supervivencia. Afortunadamente, hoy en día, eso no es así. Pero eso no quita para que seamos conscientes de la importancia que juega el cuidado de nuestro bienestar físico en nuestro día a día como método de prevención de enfermedades. Especialmente, las coronarias.

Caminar 30 minutos al día, lo que dice la ciencia al respecto

Desde luego que la opción de caminar es perfecta para combatir el importante problema de sedentarismo de nuestra sociedad actual. Pasear, andar, o como lo quieras llamar, es una acción sencilla, accesible para todos y 100% segura -siempre y cuando lleves las zapatillas para caminar adecuadas- .

Recientemente, un reciente estudio de Harvard Medical School pone de relieve que el hábito de caminar es el mejor método para perder peso de forma saludable y segura. El estudio refleja que a diferentes intensidades, personas de distintos pesos tendrán unos gastos calóricos notables, si todos ellos caminan 30 minutos diarios.

Pero todavía hay más evidencias científicas al respecto, porque un estudio de la Universidad de Utah, en 2014, encontró que por cada minuto de caminata enérgica que las mujeres realizan al día, éstas eran capaces de disminuir en un 5% de su riesgo de obesidad.

Por otro lado, hay otro tipo de estudios que se han centrado en determinar cómo la acción de caminar puede mejorar nuestro estado de ánimo y aliviar el estrés del día a día. Es más, hay expertos que apuntan a que un paseo diario, a ritmo moderado, resulta más eficaz que cualquier fármaco que podamos tomar para disminuir los estados de depresión.

No hay secreto alguno, y la “fórmula mágica” responde al aumento de los niveles de endorfinas. Lo que los runners llamamos como la euforia del corredor/a ¿Todavía estás pensando en buscar más excusas?

¿Cuáles son los beneficios para la salud de salir a caminar todos los días?

En este sentido, las recomendaciones diarias de actividad física son claras. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, los adultos deben realizar unos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana, lo que equivale a 30 minutos de marcha cinco días a la semana. El reto es ambicioso, pero no imposible. Además no tiene efectos secundarios.

Entre los beneficios más destacados que podemos encontrar en el hecho de salir a caminar 30 minutos al día podemos enumerar los siguientes:

Ayuda a perder peso de forma más eficaz y saludable.

Disminuye entre un 6% o 10% la aparición de enfermedades coronarias, pero también otras patologías como el cáncer de colon y de mama, así como la diabetes.

Reduce la tensión arterial y el colesterol malo.

Mantiene la agudeza mental.

Incrementa y mejora las posibilidades de socialización.

Por supuesto que este paso a la acción también aportará su pequeño granito de arena a la comunidad general, porque también estaremos contribuyendo a reducir el gasto sanitario.

Ahora bien, y volviendo a la publicación Walking for Health de la Universidad de Harvard, estas son las recomendaciones básicas para sacar el máximo beneficio a esas caminatas diarias de 30 minutos.

Usar pesas en los tobillos, u otro tipo de variantes para incrementar el peso en el cuerpo en un 15%, lo que ayudará a quemar un 12% más de calorías.

Subir pendientes o cuestas es un ejercicio estupendo que nos hará perder un 13% más de calorías.

Caminar a diferentes ritmos, variando las velocidades, pero sin la necesidad de llegar a correr. De esta forma, aumentamos el esfuerzo. De hecho, según el British Journal of Sports Medicine, lo ideal en personas adultas es mantener un ritmo entre 8 y 12 minutos por kilómetro.

Realizar una sesión de ejercicios de fuerza, como pueden ser las típicas sentadillas, e incluso saltar a la cuerda. Incrementamos la fuerza, y por ende, el gasto calórico.

Fuente: Runnea.com