Mirá si le van a robar la ilusión a Racing. A una hinchada naturalmente optimista y que sabe de sufrimientos. Pero esas historias del aguante son de un libro ya cerrado. La Academia es hoy un equipo que protagoniza. Que gana. Que pelea campeonatos. Que gana estrellas. Y que quiere, de una vez por todas, llevar ese presente al plano internacional.
Cómo no va a disfrutar Racing si tiene a un jugador que todo lo que toca con su zurda lo transforma en oro. El equipo de Fernando Gago debutó en la Copa Libertadores con el que seguramente terminará siendo el gol de toda la competición. Y que también peleará por el Puskas. No la pasaba bien la Acadé en Chile. Había entrado frío y algo impreciso ante un Ñublense con poco para perder, tal como lo habían dejado en claro en la previa. Pero se había sacudido la modorra con un mano a mano de Paolo Guerrero al palo antes de los 15 minutos de juego.
Tras el 1-0, la siguiente media hora de la visita fue lo mejor de una noche con altibajos. Los volantes se conectaron, jugaron a dos toques y se hicieron dueños del desarrollo del juego. Pero la de la Acadé fue una noche de golazos. Lo ganó por jerarquía individual. A los 6’ del ST, Hauche asistió de cuchara a Guerrero, quien entró dentro del área y definió de zurda para el 2-0.
Racing pudo haberse floreado, pero no lo hizo y encontró señales de alerta a futuro. Se prendió en el palo y palo que quiso un equipo que ya estaba perdido y dejó abierto un juego del que tenía las llaves en mano para cerrarlo. Llegaron dos atajadas magistrales de Arias, un remate al palo de Nardoni y un gol insólito que falló Reniero abajo del arco tras un pase exquisito de Cardona, todos jugadores ingresados para cuidar las piernas de los titulares.
Pero lo importante, y más luego de la sorpresiva derrota de Flamengo ante Aucas, era ganar contra el que será aparentemente el más débil del grupo. Y lo hizo disfrutando del mejor gol de la Copa Libertadores para quedar primero. Como para no ilusionarse, Academia…
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