La principal función de las rodillas es sostener el cuerpo mientras se está de pie, se camina, se corre o se realiza una actividad relacionada. Por lo tanto, le da una total estabilidad al cuerpo. Cuando se camina en bajada, su esfuerzo es mayor que cuando se transita en subida. Los músculos que se insertan en ellas facilitan el movimiento
“Son tres los huesos que se unen en la rodilla: el fémur, la tibia y la rótula. Por ello, en realidad se trata de una articulación compuesta o doble, según se quiera entender. Por una parte, se unen los cóndilos del fémur (las dos protuberancias del fémur que hay en el extremo inferior del hueso) y la tibia y por otra la tróclea (la parte cóncava situada entre los dos cóndilos) del fémur y la parte posterior de la rótula”, explica el sito web Sanitas.
“La estabilidad de la rodilla está determinada por los ligamentos que se insertan en los diferentes huesos, unos en el interior de la cápsula articular (intraarticulares) y otros fuera de ella (extraarticulares). En el primer grupo se encuentran los ligamentos cruzados anterior y posterior, el transverso (une los dos meniscos) y los meniscofemorales anterior y posterior. Entre los extraarticulares destacan los ligamentos laterales interno y externo y el rotuliano, aunque hay otros que contribuyen a cohesionar la articulación de la rodilla”, agrega la entidad.
Por eso, cuando se pierde colágeno en la rodilla, es de suma relevancia encontrar la forma de recuperarlo. Precisamente, existe un nutriente que tiene la capacidad de favorecer naturalmente la recuperación de esta sustancia. Se trata de la vitamina C.
“La vitamina C es un nutriente importante debido a su gran poder antioxidante que mejora las defensas del organismo y favorece la producción de colágeno. Este compuesto mejora tanto la circulación de la sangre como la actividad de los vasos sanguíneos, lo cual acelera el proceso de curación de las lesiones y también acelera la regeneración del tejido fibroso del cartílago”, reseña el portal El Universal
Mantener una buena salud de las rodillas es de vital importancia. Esto se puede lograr, por ejemplo, practicando actividad física de forma regular, como mínimo tres veces a la semana. El ejercicio debe ser supervisado por un especialista en el tema.
De igual manera, es necesario destacar que las rodillas se puede ver resentidas por el padecimiento de una enfermedad como la artritis y por sufrir lesiones. Ambas cosas hacen que estas articulaciones pierdan colágeno, una proteína que ayuda a unir cada uno de los tejidos o estructuras del cuerpo
Fuente: El Universal
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