El saldo lamentable fueron los destrozos en el estadio que depende del estado provincial y que se mantiene con los impuestos de los sanluiseños. Rompieron la red de uno de los arcos, doblaron tejidos, levantaron partes del césped, rompieron estructuras eléctricas, también trizaron vidrios de la escuela que funciona en el salón Digitalia, abrieron matafuegos y arrancaron banderines para lanzarles los mástiles a los hinchas rivales.

Y no conformes con eso, siguieron los desmanes en cercanías del predio, poniendo en peligro a la gente que contemplaba la 4º fecha del Provincial de ciclismo y un encuentro en el Centro de Equinoterapia.

El Gobierno, que a través del propio Primer mandatario ya había avisado que “el que rompe, paga”, previendo estos hechos de vandalismo, decidió que por ahora no se volverán a jugar partidos del fútbol local en La Pedrera. Incluso decidió la suspensión del clásico entre Alianza y San Martín, que se iba a disputar el domingo a las 16:30.

No se puede tolerar que un estadio que es mantenido con el dinero que aportan todos los sanluiseños con sus impuestos sea destrozado impunemente por un puñado de hinchas durante un partido de fútbol.

Ahora, las presentaciones judiciales ya están en marcha, porque está todo documentado en grabaciones de las cámaras de seguridad.

Un relevamiento de los destrozos arrojó lo siguiente:

En el vestuario de Defensores del Este activaron un matafuego para festejar el triunfo, robaron una canilla con sus flexibles y arrancaron la puerta de un sanitario.

En el campo de juego quedo roto el alambrado de la tribuna Norte, el de la platea Este, el soporte de uno de los arcos y de la red, destrozaron una caja de luz y dos tomas corriente, más dos banderines con sus soportes. En la escuela generativa que funciona en el salón Digitalia quedó roto el vidrio de una ventana.

 

 

 

 

ANSL