La tarde del 2 de septiembre de 2024 quedará grabada en la memoria de los merlinos. Con un cielo despejado y un clima perfecto, más de 10.000 vecinos se congregaron en la Plaza del Barrio «Los Fresnos» para participar en la décima edición de la Barrileteada Merlina, un evento que ha crecido año tras año y que en esta ocasión decoró el cielo con 4.000 barriletes multicolores.

Una fiesta de unión y alegría

Desde temprano, familias enteras llegaron al lugar, emocionadas por participar en la celebración. La plaza se llenó de risas y música, mientras los niños, acompañados de sus padres, se preparaban para hacer volar sus barriletes. La jornada fue organizada por el Municipio de Merlo, a través de su Secretaría de Gobierno y Deportes, y contó con una serie de actividades pensadas para toda la familia.

«Es impresionante ver cómo ha crecido este evento. Lo que empezó como una pequeña reunión para los chicos del barrio, hoy es una fiesta a la que asisten miles de personas de toda la ciudad«, comentó María Fernández, una vecina que participa en la barrileteada desde su primera edición.

Un momento cargado de emoción

Uno de los momentos más emotivos del día fue la suelta de globos en homenaje a Rómulo Nieto, Ayelén Austikalis, Diego Oviedo y Mariano Aisa ‘Pirulín’, vecinos de Merlo que dejaron una huella imborrable en la comunidad.

«Este gesto es un recordatorio de que siempre estarán con nosotros, en cada barrilete que vuela alto y en cada risa de los niños», expresó conmovido el Intendente, quien encabezó la ceremonia junto a su gabinete.

Diversión para todos los gustos

La Barrileteada Merlina no solo fue una oportunidad para disfrutar del vuelo de los barriletes, sino que también ofreció una amplia variedad de actividades para todas las edades. Desde clases de zumba y folclore infantil hasta estaciones deportivas y maquillaje artístico, la plaza se convirtió en un gran espacio de entretenimiento.

El “Ballet Entrelazando Caminos” ofreció una presentación que hizo vibrar a todos los presentes, mientras que los más pequeños disfrutaron de los peloteros inflables y las estaciones de arte.

«Lo que más me gustó fue pintar y hacer mi propio barrilete», comentó Santiago, un niño de 8 años, mientras mostraba orgulloso su creación.

Un cierre dulce y especial

La jornada culminó con una merienda compartida, donde los asistentes pudieron disfrutar de las famosas TFC (Tortitas Fritas Caseras) que se repartieron entre todos. «Esta es una fiesta para disfrutar en familia, para reencontrarse con vecinos y para celebrar lo más importante: la felicidad de nuestros niños», concluyó Valeria Ruiz, una madre que asistió al evento con sus hijos.

La Barrileteada Merlina sigue consolidándose como uno de los eventos más esperados en la Villa de Merlo, un día en el que la comunidad se une en torno a la alegría de ver cómo sus sueños, representados en miles de barriletes, vuelan alto en el cielo.