Sin embargo, más allá de su brillante actuación, un detalle en particular lo llenó de emoción: un regalo especial de uno de sus ídolos de infancia.

El mítico Damián Manso, exjugador de Newell’s Old Boys y referente rojinegro durante los años en los que Messi creció como fanático del club, le envió su última camiseta como obsequio. Este gesto, cargado de nostalgia, trajo a la memoria del astro rosarino aquellos tiempos en los que asistía a la cancha junto a su familia a ver a su querido equipo. “Mi última camiseta está en manos del mejor del mundo. Un honor y un privilegio. Ojalá pronto podamos vernos”, publicó Manso en su cuenta de Instagram, acompañado de una imagen de la casaca que ahora pertenece al 10.

Lionel nunca ocultó su admiración por Manso y otros jugadores de aquella época de Newell’s. En una charla con el periodista Jorge Valdano, Messi recordó cómo solía asistir al estadio Parque de la Independencia con su papá, sus tíos y hermanos para ver a figuras como «El Piojo» Manso, Germán Real, y Julio Zamora. Estos jugadores alimentaron su pasión por el fútbol desde muy joven, y recibir un recuerdo tan significativo de uno de ellos fue un momento especial para el capitán argentino.

A sus 37 años, Messi sigue acumulando logros. Además de sus recientes premios al mejor jugador de la MLS, se encuentra a solo 61 goles de igualar el récord histórico de Cristiano Ronaldo como máximo goleador en la historia del fútbol. Con 840 goles en 1.070 partidos, el rosarino continúa escribiendo su leyenda, ahora con un toque sentimental que le devuelve, al menos por un momento, a sus raíces en Rosario.

Con el Inter Miami ya clasificado para los playoffs y la selección argentina a punto de afrontar importantes compromisos en las Eliminatorias Sudamericanas, Messi sigue siendo protagonista dentro y fuera de las canchas. Y aunque los trofeos y reconocimientos son parte de su rutina, gestos como el de Manso le recuerdan de dónde viene y la conexión que siempre mantuvo con su infancia.