En una noche cargada de tensión en Mendoza, Marcelo Gallardo no esquivó el impacto de la derrota de River Plate ante Independiente Rivadavia, ni los incidentes que marcaron el final del partido. Con el 2-1 sellado en el último suspiro gracias al gol de Emanuel Ham, la provocación de Sebastián Villa desencadenó un episodio de violencia que el entrenador calificó como «injustificable».

“Nada justifica tener que recurrir a la violencia, más allá de un mal accionar de alguien. Esto no es la imagen que queremos dar como equipo”, sentenció el Muñeco en la conferencia de prensa posterior al encuentro, donde se mostró visiblemente afectado por los hechos.

Gallardo fue crítico también con el rendimiento del equipo, reconociendo que el segundo tiempo de River dejó mucho que desear. “Jugamos incómodos, cometimos errores, y no logramos plasmar nuestro juego. Fue un mal partido en todos los sentidos”, admitió.

A pesar de la bronca y las pulsaciones a mil, Gallardo pidió calma y autocrítica. Con la mira puesta en los cuatro partidos restantes de la temporada, enfatizó la importancia de cerrar el año asegurando la clasificación a la Copa Libertadores 2025 y dejó en suspenso cualquier análisis de su continuidad hasta que concluya el campeonato.

Los incidentes al final del partido dejaron una mancha en la jornada, pero el técnico fue contundente al deslindar responsabilidades: “Hay que asumir el enojo, pero guardarse. Nada justifica una reacción violenta, ni de los jugadores ni de quienes intervinieron en el tumulto. Esto no es lo que queremos mostrar hacia afuera”.

Con esta derrota, River queda fuera de la lucha por el título, pero Gallardo insiste en rescatar puntos para garantizar el futuro internacional del equipo. «Ahora debemos concentrarnos en lo que viene y trabajar para corregir lo que no salió bien hoy», concluyó el entrenador, en un mensaje que busca dar vuelta la página tras una noche para el olvido.