No. Franco Colapinto no viajará a Miami. Y no, tampoco estará en Argentina. Y no es casualidad. Ni improvisación. La decisión es clara: trabajo, concentración y silencio. El piloto argentino que tiene a medio país soñando con su debut oficial en Alpine, será una sombra estratégica en Enstone, el cuartel general del equipo francés.
Allí estará este fin de semana, encerrado en el simulador, con la misma precisión quirúrgica con la que ayudó a Pierre Gasly a meterse en Q3 en circuitos complejos como Bahréin o Arabia. Mientras tanto, Jack Doohan, bajo presión y en plena evaluación, tendrá otra chance en pista en Miami. El australiano sabe que está al borde del abismo. Y al otro lado, espera Colapinto.
Los rumores que se desactivaron
Durante la semana, explotaron versiones: que Franco iba a estar en el evento “Endeavor Sub20” en el Movistar Arena de Buenos Aires, que viajaría de ahí al GP de Miami… nada de eso es cierto. Su presencia en el evento será virtual, y su cuerpo, enfocado en la performance, no se moverá de Inglaterra.
¿Por qué tanto cuidado? Porque Alpine juega fuerte. Porque el “efecto Colapinto” ya no es una simple moda: es presión, es multitudes, es medios, es expectativas. Lo saben bien en Interlagos, donde 10 mil argentinos se acercaron solo para verlo. Lo vivieron en Melbourne y en cada paddock donde apareció. Hoy, prefieren resguardarlo. Hasta que llegue su momento.
¿Y Doohan?
El australiano sigue acumulando errores. Choques, sanciones, fallas. Y Alpine necesita puntos. Imola se asoma en el calendario como una fecha clave: podría ser el último intento para Doohan… o el gran debut de Colapinto.
🇦🇷 Mientras tanto, en Argentina, el ídolo joven del automovilismo moderno sigue generando devoción desde la distancia. Su aparición en los Premios Olimpia causó un revuelo inédito. La organización, esta vez, aprendió la lección: sin apariciones públicas, sin cámaras, sin declaraciones. Solo preparación.
Silencio en boxes. El rugido se cocina en secreto.
Colapinto no correrá en Miami, pero sigue girando. Cada sesión en el simulador es una vuelta más hacia su gran objetivo. Cada “no” en la agenda pública, es un “sí” al futuro.
Alpine no lo esconde: lo afila.
¿Cuándo? Nadie lo sabe.
Pero cuando lo larguen… será imposible frenarlo.
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