El Superclásico era una oportunidad dorada para Fernando Gago. Pero la caída en el Monumental no solo significó un golpe deportivo para Boca Juniors, sino también un fuerte revés para el futuro inmediato del entrenador. La apuesta táctica de jugar con cinco defensores fracasó y hoy, el margen de error de «Pintita» se redujo al mínimo.
Tras la eliminación en la fase previa de la Copa Libertadores y la irregular campaña en la Liga Profesional, el Superclásico había sido señalado como una cita clave para evaluar su continuidad. Pese a las bajas sensibles —como Cavani y Giménez— y a las excusas internas, el flojo rendimiento colectivo encendió las alarmas en el Consejo de Fútbol que lidera Juan Román Riquelme.
Aunque por ahora sigue en funciones, el crédito de Gago se agota rápidamente. Deberá sortear con éxito el cruce de octavos de final del Apertura y llegar lo más lejos posible si quiere sostener su cargo de cara al exigente Mundial de Clubes. La Bombonera, expectante y crítica, marcará el pulso de una definición que parece inevitable: solo un título podrá salvarlo.
Mientras tanto, las alternativas para sucederlo ya empiezan a analizarse en silencio. El futuro de Gago depende de un hilo… y en Boca nadie regala tiempo.
Fuente; Infobae
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