En una noche que prometía épica y terminó en desahogo visitante, River Plate tropezó 2-1 ante Palmeiras en Núñez, en la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores. El resultado, que golpea pero no sentencia, dejó al Millonario con la sensación de haber reaccionado tarde y al Verdao con la satisfacción de haber sido quirúrgico cuando el partido lo pedía.

El arranque fue un baño de realidad: Palmeiras se plantó con autoridad y pegó en los momentos justos. Gustavo Gómez, con su habitual jerarquía aérea, abrió la cuenta a los 5 minutos y Vitor Roque, la joya brasileña, amplió tras un error en salida que el Monumental lamentó en silencio. A los 41′, el 0-2 era un mazazo y la postal mostraba a Gallardo mascullando bronca en el banco.

El segundo tiempo cambió la película. River metió variantes, adelantó líneas y se pareció más a sí mismo. El empuje, con Quintero y Colidio buscando oxígeno, se topó con un Palmeiras más replegado, decidido a administrar su renta. Hubo polémica con el VAR, un Weverton imprudente sobre Montiel y un reclamo de penal que terminó en fuera de juego. La bronca del hincha bajó fuerte desde las tribunas.

Cuando la noche parecía condenada, apareció Lucas Martínez Quarta a los 88’ con un remate que se desvió y se metió. Ese gol, más que un descuento, fue un salvavidas emocional y futbolístico: la serie quedó abierta y a un solo tanto de diferencia.

River perdió, sí, pero sigue vivo. Palmeiras se llevó el triunfo y la ventaja, aunque el Monumental le recordó que nada está escrito en esta Copa. La revancha del miércoles en San Pablo pinta para ser una batalla futbolera con final de película.

🔜 Lo que viene:

  • 🏆 Revancha de cuartos: Palmeiras vs. River | Miércoles 21:30, Allianz Parque.

  • ⚽ Antes, el Millonario visita a Atlético Tucumán por el Clausura.

 

 

Fuente: Infobae