Solo España, por una diferencia mínima, se mantiene por encima de la Scaloneta en la última actualización previa al Mundial 2026.

Argentina finalizó segunda, a apenas cuatro puntos del líder, un margen tan estrecho que grafica la paridad en la elite del fútbol mundial. Francia completa el tridente de privilegio, mientras que Inglaterra y Brasil cierran el Top 5. En ese contexto, el equipo de Lionel Scaloni sigue instalado en la conversación grande, con Lionel Messi como bandera y una base que combina experiencia y renovación.

Más allá del lugar en la tabla, el dato fuerte para la Albiceleste es la continuidad. No hubo retrocesos ni sobresaltos en un año de transición, algo que no siempre es sencillo para un campeón del mundo. Argentina llega a 2026 con respaldo estadístico, respeto internacional y la tranquilidad de saber que compite de igual a igual con cualquiera.

Pero el ranking también dejó espacio para una historia distinta, lejos de los focos habituales. Jordania fue una de las selecciones que más creció en esta actualización y confirmó su mejor posición histórica. El conjunto asiático, clasificado por primera vez a una Copa del Mundo, escaló varios puestos tras una destacada actuación en la Copa Árabe y se instaló en el puesto 66, un logro inédito para su fútbol.

El ascenso jordano no pasó inadvertido en FIFA: fue uno de los pocos seleccionados que logró mejorar más de una posición en una tabla que, en su parte alta, se mostró casi inmóvil. En un ranking donde las primeras 33 selecciones no sufrieron cambios, movimientos como el de Jordania, Vietnam o Singapur resaltan aún más.

Para Argentina, el crecimiento de Jordania no es un dato menor. Será uno de sus rivales en el Mundial 2026 y su progreso refleja una tendencia clara: selecciones históricamente periféricas llegan con mayor rodaje, confianza y competitividad. El escenario global ya no admite distracciones.

Así, el año se cierra con una certeza y una advertencia. Argentina sigue siendo protagonista y llega al Mundial con el cartel de candidato. Pero el mapa del fútbol internacional continúa expandiéndose, y nombres como Jordania recuerdan que, en la próxima Copa del Mundo, nadie estará allí solo para participar.